¿Para qué sirve?
- Refrigeración del motor: La rejilla permite que el aire fluya hacia el radiador del vehículo, que es donde se enfría el líquido refrigerante que circula a través del motor. Este proceso de enfriamiento es esencial para regular la temperatura del motor y evitar el sobrecalentamiento.
- Ventilación del motor: Además de enfriar el líquido refrigerante, la rejilla del radiador también ayuda a ventilar el compartimento del motor al permitir que el aire circule a través de él. Esto es importante para eliminar el calor generado por el funcionamiento del motor y para mantener una temperatura óptima en todo el compartimento.
- Protección del radiador: La rejilla actúa como una barrera protectora para el radiador del vehículo, ayudando a prevenir daños causados por piedras, insectos u otros objetos que podrían dañar las aletas del radiador.
- ADAS (Advanced Driver Assistance Systems/Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor): la incorporación de los ADAS para la mejora de la seguridad vial lleva consigo la inclusión de diversos sensores. Por ejemplo, el ACC (Adaptative Cruise Control/Control de Crucero Adaptativo). Este es un sistema de regulación activa que mantiene y regula de forma constante la velocidad de la marcha, de acuerdo al entorno real del tráfico. Está situado en el centro de la rejilla inferior o en el logotipo del vehículo, rodeado por la rejilla.
Consecuencias de un mal funcionamiento
- Sobrecalentamiento del motor: Si la rejilla está obstruida o bloqueada, el flujo de aire de entrada al radiador se verá restringido, lo que puede provocar un sobrecalentamiento del motor. El sobrecalentamiento puede causar daños graves en el motor y conllevar reparaciones costosas o incluso la pérdida total del motor.
- Reducción del rendimiento del motor: Un motor que funciona a una temperatura demasiado alta debido a un mal funcionamiento de la rejilla del radiador puede experimentar una reducción en su rendimiento. Esto puede manifestarse en una pérdida de potencia, una aceleración más lenta o un funcionamiento menos suave del motor.
- Daños en el sistema de enfriamiento: Un daño o mal funcionamiento de la rejilla del radiador, también puede provocar daños en otros componentes del sistema de enfriamiento, como el radiador, la bomba de agua o el termostato. Estos componentes pueden sobrecalentarse o fallar prematuramente si no reciben suficiente flujo de aire fresco.
- Aumento del consumo de combustible: Un motor que funciona a una temperatura demasiado alta puede experimentar un aumento en el consumo de combustible debido a una combustión menos eficiente.
- ADAS (Advanced Driver Assistance Systems/Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor): En caso de impacto se puede desajustar la posición de los sensores que se encuentran rodeados o incorporados a la rejilla. En este caso, podemos recibir alertas erróneas e impedir el correcto funcionamiento de los asistentes.
¿Cuándo cambiar la rejilla del radiador?
- Daños físicos: Si la rejilla del radiador está agrietada, rota, deformada o dañada, es recomendable reemplazarla. Los daños físicos pueden comprometer su capacidad para permitir el flujo de aire adecuado hacia el radiador y pueden aumentar el riesgo de daños adicionales en el sistema de enfriamiento o en el motor.
- Obstrucciones o bloqueos: Si la rejilla del radiador está obstruida por suciedad, hojas u otros objetos, puede afectar negativamente al flujo de aire hacia el radiador y provocar problemas de sobrecalentamiento. En algunos casos, la limpieza de la rejilla puede resolver el problema, pero si está gravemente obstruida, puede ser necesario reemplazarla.
- Desgaste excesivo: Con el tiempo, la rejilla del radiador puede experimentar desgaste debido a la exposición a los elementos y las condiciones de conducción. Esto puede manifestarse en forma de corrosión, oxidación, descoloramiento o deformación. Si la rejilla muestra signos evidentes de desgaste significativo, será recomendable reemplazada para mantener la eficacia del sistema de enfriamiento.