¿Para qué sirve?
Lubricación de los motores de combustión interna. Ahorro de combustible al reducir la fricción de las piezas así como una reducción del desgaste y del ruido mecánico del motor. Protección contra la corrosión ácida y eliminación de residuos de combustión, depósitos y arena del motor.
Consecuencias de un mal funcionamiento
Un mal uso del aceite de motor puede provocar que las piezas metálicas del motor sufran mayor desgaste.
Las partículas de suciedad en el aceite de motor pueden dañar la superficie de los componentes del motor.
Las piezas metálicas del motor se corroen con el ácido proveniente de los subproductos de la combustión del aceite.
Ante la falta de una película lubricante las piezas móviles del motor pueden llegar a fusionarse debido a la fricción inducida por calor.
La falta de aceite de motor no asegura la refrigeración óptima lo que hace que haya un mayor riesgo de muerte prematura del motor por desgaste.
Una falta de uso o un cambio de aceite fuera del plazo recomendado puede provocar que los conductos de aceite se estrechen a causa de la acumulación de las resinas del aceite, impidiendo el flujo correcto del aceite.
¿Cuándo cambiar el aceite de motor?
El aceite del motor es recomendable cambiarlo cada dos años o cada 30.000 Km.