¿Para qué sirve?
Garantizan el contacto ininterrumpido de las ruedas con la calzada y estabilizan el vehículo durante el frenado o la aceleración, o al girar el volante. Además, se encargan de amortiguar las fuertes vibraciones de los resortes que se originan a causa de los movimientos de la carrocería provocados por la irregularidad de la calzada.
Consecuencias de un mal funcionamiento
Unos amortiguadores defectuosos incrementan el peligro de aquaplaning , hacen vibrar la dirección, aumentan la sensibilidad al viento lateral y provocan que el automóvil se tambalee por las ondulaciones del suelo.
Los neumáticos se desgastan más rápidamente y la distancia de frenado aumenta si se frena bruscamente. Además, en caso de maniobra evasiva abrupta, aumenta la probabilidad de vuelco y se puede producir un funcionamiento incorrecto de los sistemas de asistencia como el ABS o el ESC.
¿Cuándo cambiar los amortiguadores?
Los amortiguadores deben revisarse como muy tarde entre los 60.000 km y los 80.000 km.
Es preciso comprobar el comportamiento de las marchas, ya que el desgaste de los amortiguadores se compensa a menudo de forma involuntaria con un cambio del hábito de la conducción.
Para realizar una comprobación inmediata del estado de los amortiguadores ofrecemos un frenómetro especializado, con comprobación de la suspensión.
¿Sabías qué…?
Según las estadísticas, uno de cada siete conductores circula con amortiguadores defectuosos.