¿Para qué sirve?
Los retrovisores exteriores permiten al conductor ver los vehículos que se acercan desde los lados y desde atrás, además contribuyen a mejorar la seguridad vial al proporcionar una mejor visión del entorno del vehículo y reducir los puntos ciegos. Acompañados del asistente Side-Assist, emiten una señal luminosa de advertencia que avisará al conductor de la presencia de vehículos en los puntos ciegos.
Además, los conjuntos de retrovisores tienen un efecto en la aerodinámica del vehículo, mejorando mediante su diseño, el coeficiente aerodinámico del vehículo.
Consecuencias de un mal funcionamiento
- Reducción de la visibilidad: Si los retrovisores están dañados o desajustados, pueden impedir al conductor ver lo que está pasando detrás o alrededor del vehículo, aumentando así el riesgo de accidentes, especialmente en los cambios de carril, giros o maniobras en áreas congestionadas.
- Puntos ciegos: Los retrovisores están diseñados para ayudar a eliminar los puntos ciegos del conductor. Si un retrovisor está desajustado o roto, puede crear nuevos puntos ciegos o ampliar los existentes, lo que aumenta el riesgo de colisiones con otros vehículos u objetos.
- Ruidos: En caso de circular con la carcasa del retrovisor dañada se pueden producir ruidos o vibraciones audibles desde el interior del vehículo.
¿Cuándo cambiar los espejos retrovisores?
- Daño físico: Si el retrovisor está agrietado, roto o dañado, es necesario cambiarlo, para no comprometer la seguridad y la visibilidad del conductor.
- Desajuste o falta de ajuste: Un desgaste interno o algún daño en los mecanismos de ajuste, provocarían que el retrovisor no se pueda adaptar correctamente para proporcionar una visión clara. En estos casos sería necesario sustituirlo.