¿Para qué sirve?
Reduce la entrada de polen y polvo fino en el habitáculo del vehículo.
Consecuencias de un mal funcionamiento
Un filtro en mal estado puede producir unos altos niveles de polvo, hollín y microorganismos en el habitáculo del automóvil.
En cuanto al conductor, puede provocarle síntomas de cansancio y mermar su concentración durante el viaje.
También tendrá consecuencias en el funcionamiento del aire acondicionado y generará olores molestos, además de reducir la potencia del soplador.
¿Cuándo cambiar el filtro de polen?
La Asociación Alemana de Alergia y Asma recomienda sustituir el filtro de polen una vez al año (fuente: www.daab.de).
¿Sabías qué…?
Un filtro de polen en mal estado puede aumentar el riesgo de accidente. Hay que tener en cuenta que al estornudar a causa de una elevada carga de polvo en el aire y conduciendo a una velocidad de 50 km/h se puede llegar a circular hasta unos 13 metros a ciegas.