¿Para qué sirve?
Ofrecen seguridad a los ocupantes del vehículo y a los demás usuarios de la carretera. Limitan el consumo de combustible debido a su aerodinámica y su reducido peso. Además, sus características aerodinámicas minimizan el ruido y, por tanto, aumentan el confort. También ayudan a dispersar eficazmente la energía en caso de colisión.
Consecuencias de un mal funcionamiento
En caso de accidente se puede producir una mala dispersión de la energía que afecte tanto a ocupantes como a terceros (peatones o vehículos), ya que el riesgo de desprendimiento es mayor.
Además, en caso de un mal ajuste de las piezas de la carrocería el nivel de ruido puede aumentar y, en consecuencia, disminuir el nivel de confort.
¿Cuándo cambiar las piezas de carrocería?
Deben sustituirse en caso de deformarse, ya que pueden no cumplir con las funciones para las que se han diseñado.