¿Para qué sirve?
Los turbocompresores son un importante componente del motor en vehículos modernos y, mediante la compresión del aire necesario para la combustión, aumentan el flujo de aire del motor y se encargan de que el motor acelere con potencia incluso a bajas revoluciones.
El empleo de turbocompresores por gases de escape en lugar de motores atmosféricos (de idéntica cilindrada) aumenta la potencia, el par del motor y el rendimiento.
Los turbocompresores se componen de turbina y compresor unidos por un eje conjunto.
Para que el turbocompresor pueda rendir de forma óptima, está conectado al circuito de aceite y refrigerante.
Consecuencias de un mal funcionamiento
La energía de los gases de escape del motor impulsan el compresor radial con ayuda de la turbina, generando así una elevada presión de sobrealimentación.